Por: Pablo Tello R. y Fernando Matus F.
Son 38 años de grandes historias, en las que muchos seres humanos han formado parte de la vida cotidiana de un establecimiento educacional distinto, que ha contribuido al desarrollo académico, social y cultural de la comuna de Curicó, de la Región del Maule y del país.
Un gran árbol, con innumerables ramas y frutos, el sueño de dos profesores normalistas, el tío Tito y la tía Elena, que desafiaron los preceptos educativos de la época y fundaron su Colegio Rauquén, un lugar destinado a que los niños y niñas de Curicó y sus alrededores, vinieran a aprender, a compartir, a ser felices y a cimentar un camino hacia un futuro próspero.
En estos 38 años nos hemos convertido en un referente educativo para la comunidad, con cientos de egresados, de los cuáles 90% ha llegado a la Educación Superior. Eso nos enorgullece, ya que hemos trabajado siguiendo los principios de nuestros fundadores, quienes creían que la Educación era un bien que todos podían alcanzar.
Quienes han pasado por nuestras aulas, nos recomiendan con sus familiares y conocidos, y así seguimos creciendo con los años, gracias al modelo educativo de calidad que entregamos a nuestros estudiantes, cumpliendo con lo que le prometemos a las familias que deciden que sus hijos sean parte de la comunidad educativa del Colegio Rauquén.
Mejorar es parte de nuestro sello, un constante caminar hacia la excelencia. Por lo que trabajamos diariamente con mucho esfuerzo, disciplina, vocación y lo más importante, sin darnos por vencidos frente a las adversidades y así seguir avanzando en la senda correcta. Es esta la oportunidad para agradecer a las y los docentes y funcionarios que han sido parte de esta hermosa historia: gracias al esfuerzo de todos.