El lunes 1 de julio, se cumplió el 7° aniversario de la partida de nuestro fundador Héctor Tello Romero. El tío Tito, como todos lo conocían, fue un maestro como pocos, con una visión educacional adelantada a su época, que compartía con su esposa, la tía Elena Reyes, al igual que su gran sueño: fundar un establecimiento en el que pudieran convivir y aprender niños y niñas provenientes de todos los sectores de la sociedad, y que pudieran recibir una educación de calidad, que les permitiera convertirse en ciudadanos y ciudadanas relevantes para la sociedad, a través de sus trabajos, saberes, vocación y humanidad. Ese sueño, que nació a base de esfuerzo y sacrificio familiar, cumplirá 38 años, y se llama Colegio Rauquén.
“Si no vives para servir, no sirves para vivir”, era la frase que constantemente compartía con su familia, con sus colegas, con sus estudiantes, y quedó marcada en el alma de todos quienes convivieron con él y se ha transmitido con el paso de los años, y vive en el alma de todos quienes formamos parte de este colegio, que más que una institución, es una familia: “el colegio era su vida, uno más de sus hijos, quizás el más regalón. Lo que más le gustaba era conversar con sus alumnos; los escuchaba, para aprender de ellos, y a la vez, les transmitía valores como el esfuerzo, la constancia, la responsabilidad, el respeto, la solidaridad, entre otros. Era un motivador en la acción, nos impulsaba a realizar cosas, y a luchar por lo que soñábamos ”, nos relata su hijo Pablo Tello Reyes, quien actualmente preside la Corporación Educacional Rauquén.
Tío Tito: los niños y niñas que ingresan a nuestro colegio, desde Pre Kinder, saben quiénes fueron Ud. y la tía Elena. Cada año, cientos de familias renuevan su compromiso con el proyecto educativo que comenzaron, en su propio hogar, en 1986, que fue y es un modelo para muchos establecimientos curicanos.
Con el paso del tiempo, su sueño sigue y sigue creciendo.