Ellas les esperaban con mucho cariño en la entrada de sus salas. Ellos estaban nerviosos, al igual que sus padres, pero en el fondo se sentían grandes y emocionados por comenzar una nueva etapa en sus vidas. Así comenzó el primer día de clases de los niños y niñas de los tres cursos de Pre Kinder en nuestro establecimiento.
Las tres Educadoras de Párvulos del nivel, las tías Judith Verdugo, Lorena Céspedes y Damaris Gajardo, nos cuentan cómo han vivido estas primeras semanas junto a los alumnos más pequeños y cómo han enfrentado el desafío de comenzar con la educación formal de una nueva generación.
¡Bienvenidos y bienvenidas, que sean muy felices en su colegio!
Pre Kinder A: Tía Judith Verdugo y Marcela Jiménez
Tía Judith: “A pesar de los tiempos complejos que hemos vivido, en que los niños y niñas han pasado mucho tiempo con sus familias, y muy pocos de ellos tuvieron la posibilidad de asistir previamente al jardín, nuestros alumnos llegaron con muy buena disposición y no tuvieron muchas dificultades en el momento de despedirse de sus papás. A la tía Marcela y a mí nos sorprendieron gratamente, ya que teníamos algunos temores, porque muchos pequeños estuvieron la mayor parte de estos dos años encerrados, casi sin salir de sus casas, pensábamos que iban a tener más problemas para desapegarse de sus afectos. Sin embargo, la mayoría de nuestros alumnos nos decían que tenían muchísimas ganas de asistir al colegio, pero en los primeros días, cuando veían triste a algunos de sus compañeros tristes, se complicaban con esta situación. Pero en muy corto tiempo todos se adaptaron muy bien a su nueva realidad y quizás el confinamiento los motivó a venir con más entusiasmo al colegio, y a disfrutar cada momento en el que pueden compartir con sus pares y con nosotras.
Desde el punto de vista pedagógico, durante las primeras semanas realizamos actividades de adaptación, como presentación, participamos en diferentes juegos, les enseñamos canciones, todo esto con la finalidad de que todos nuestros pequeños se sintieran valorados, respetados y queridos.
Invitamos a todos los apoderados a que se hagan partícipes de este proceso educativo y de esta etapa tan bonita que van a vivir los niños. También les pedimos que sean empáticos con algunos compañeros de sus hijos cuando sucedan algunos roces; que sean receptivos a nuestras indicaciones y al acompañamiento que podamos brindarles. Confiamos en que apoyarán a sus niños y niñas en este período de dos años, que es un tiempo muy valioso e importante para los pequeños, donde se comienzan a forjar los cimientos a nivel emocional e intelectual para lo que será su vida escolar, y queremos que cada niño y niña de nuestro Pre Kinder A, guarde hermosos y significativos recuerdos de esta etapa”.
Pre Kinder B: Tía Lorena Céspedes y tía Verónica Gutiérrez.
Tía Lorena: El primer día de clases de un Pre Kinder siempre genera mucha ansiedad: hay motivación, está el entusiasmo de conocer a una nueva generación de niños y niñas…pero también hay mucho nerviosismo, más aun considerando lo hemos vivido en los últimos dos años. Sabemos que quienes ingresan por el portón en esa primera jornada, además de ser nuestros nuevos alumnos y alumnas, con diferentes características y motivaciones, son los hijos de mamás y papás que también están nerviosos, porque nos entregan sus más grandes y valiosos tesoros a nosotras, hasta ese momento, unas desconocidas.
Antes de recibir a los niños pensé, entre tantas sensaciones e incertidumbre, que el usar la mascarilla impediría generar una relación de confianza instantánea, ya que no podríamos demostrar un gesto de emoción, como una sonrisa. Pero al llegar el día, después de algunos años de ejercer como Educadora de Párvulos en este colegio, sabía a lo que me enfrentaba. Pero al conocer a estas lindas personitas, a esta nueva generación, sentí una emoción profunda.
Nuestros niños manifestaron reacciones muy diversas en esos primeros días: se encontraron en un ambiente distinto, el dejar a sus familias, algunos sintieron una sensación de abandono, con la que debemos lidiar y que es parte del proceso de adaptación de las primeras semanas, en el que ellos van comprendiendo que sus amados padres los dejan en el colegio, pero siempre volverán por ellos. En cambio, otros alumnos llegaron muy contentos, se sentían felices al usar su uniforme, con sus peinados, por llevar su mochila con sus útiles nuevos, nos mostraban con mucha alegría sus zapatillas, tenían mucho entusiasmo por entrar a clases y se sentían felices al ver a otro compañero con sus mismas cosas. Gracias a sus reacciones, podemos ir construyendo espacios de confianza, ya que lo que a ellos les parece más novedoso o lo que quieren compartir nos sirve para iniciar una conversación. Los pequeñitos que estaban más a gusto, a darles ánimo y tranquilidad a aquellos niños y niñas que se sentían un poco angustiados.
Las primeras actividades que realizamos, estaban orientadas a conocernos, a generar confianzas, a bajar sus niveles de ansiedad, a conocer estos nuevos espacios, a transmitirles que entrar al colegio es una hermosa responsabilidad, acorde a su edad: tal como sus papás deben ir a trabajar, ellos tienen que estudiar, aprender y crecer en la educación formal. También aprendieron nuevas canciones que forman parte de nuestras rutinas diarias.
Es en el jardín donde se viven los primeros pasos de esta proyección que tenemos de nuestros niños desde Pre Kinder a Cuarto Medio. Les recuerdo a nuestros padres y apoderados que la Educación Parvularia es un complemento de la educación de la familia, por lo tanto, necesitamos trabajar en equipo, ya que tanto ustedes como nosotras somos personas influyentes en la vida de los pequeños, y debemos apoyarlos en este nuevo caminar a sentirse seguros de sí mismos. Así lo hacemos cada día al comenzar nuestra jornada diciendo “¡Yo me amo, soy inteligente, soy fuerte, soy poderoso y puedo hacerlo! Quizás no siempre le resulten las cosas a la primera, pero nunca deben dejar de luchar, porque valen mucho. Es importante que desde casa sigan fomentando los valores y la resolución de conflictos de manera responsable y positiva, para así vivir mejor en comunidad. Díganle siempre a sus niños y niñas el valor incalculable que ellos tienen. Estamos en este tren de la vida juntos y en este primer carro los necesitamos. Y así como repetimos en clases cada mañana, que los apoderados sepan que podemos hacerlo. Debemos tener la voluntad para eso, por estos hermosos, amorosos y maravillosos niños y niñas. Todo esfuerzo vale la pena por ellos”.
Pre Kinder C: Tía Damaris Gajardo y tía Nicole Farías.
Tía Damaris: “Me sentí muy feliz de volver a la presencialidad, por recibir a un curso nuevo, por compartir con los niños en sala desde el primer día de clases. También era enorme la expectación por saber cómo llegarían los niños, con qué animo estarían, si tendrían ganas de participar de la rutina diaria.
Antes de conocerlos, estaba un poco nerviosa, porque no sabía con qué actitud iba a encontrar a mis alumnos: la mayoría de ellos había pasado mucho tiempo en casa y quizás no les iba a entusiasmar ser parte de las actividades o del colegio, o talvez no querían compartir con nosotros y quedarse con sus papás. Pero por suerte, cuando llegó el 2de marzo, nos encontramos con un grupo de niños y niñas que estaban ansiosos por salir de sus casas y hacer cosas nuevas, compartir con sus compañeros ¡Tenían muchas ganas de sociabilizar! Y las familias, desde el primer momento, se mostraron muy abiertas y colaboradoras para que el inicio de este proceso funcionara y comenzáramos de la mejor manera este nuevo año escolar.
Para respetar los protocolos de salud y la distancia física, tuvimos que adaptar los juegos que realizábamos antes, con el fin de que existiera el menor contacto posible entre los alumnos. A pesar de eso, logramos que las actividades resultaran de manera muy lúdica, y así aprendieron sus primeras canciones, los nombres de sus compañeros, conocieron distintos lugares del colegio. Les pedíamos que se detuvieran en un lugar y les preguntábamos ¿Cómo se sienten en este momento?, con el fin de que expresaran su emocionalidad, escuchar sus voces, ver cómo se comunicaban y con la tía Nicole intentábamos encantarlos con el nuevo contexto del que iban a ser partícipes, para que regresaran contentos al día siguiente. Logramos cumplir con esa meta, han paso varias semanas y cada día vemos sus caritas felices cuando se despiden de sus papás y cruzan la puerta y nos abrazan. Es gratificante saber que, en tan poquito tiempo, contamos con el cariño de los niños.
Invito a nuestros apoderados a mantener el mismo nivel de compromiso que han demostrado hasta ahora, que continúen con su ánimo de cooperar y participar en esta etapa de la vida de sus hijos. También les pido que tengan mucha paciencia, ya que no será un año fácil, estaremos constantemente enfrentados a situaciones adversas, por el contexto sanitario en el que estamos inmersos. Les pedimos que crean en nosotras y en sus pequeños, que no suelten sus manos y que los acompañen a lograr cada uno de los sueños que se van presentando en sus vidas. Desde el punto de vista pedagógico también nos será mucho más fácil avanzar si contamos con familias que están conscientes de cuáles son las dificultades y qué debemos potenciar en los niños. Les enviamos mucho ánimo para todo lo que viene y les agradecemos por la comprensión y el apoyo que han demostrado en este tiempo”.
